Lo reconozco, soy adicto a aprender y eso me genera grandes problemas.

Cada vez que disfruto de unos días de descanso, termino estudiando alguna disciplina random (ahora le ha tocado a NextJS).

Lo disfruto mucho, pero siempre que terminan los días de dispersión me pasa lo mismo, me cuesta volver al redil.

Por volver al redil me refiero a volver a establecer el orden correcto de las cosas, es decir First Task (Primero las tareas) .

No me malinterpretes, los días de fiesta son maravillosos y es sano no ser productivo en estos días.

Mi problema es que después del descanso tengo unos días de rebeldía interna.

En estos días sigo dedicando parte de mi mejor momento de la jornada a aprender y eso me termina generando estrés hasta que soy capaz de ordenarme de nuevo.

Cuando pensamos en un procrastinador solemos pensar en una persona que navega sin control por periódicos deportivos, redes sociales y Amazon, pero esa forma de procrastinar no es peligrosa, ya que en el pecado llevas la penitencia. Una vez ejecutada la procrastinación te llega el sentimiento de culpabilidad y arrepentimiento. Bendito sea, me ayuda a autorregularme y controlarlo.

Pero la acción de aprender es peligrosa, es fácil vestirla de dignidad y caer en el autoengaño de que estás haciendo algo que te ayudará en el futuro.

Aprender es maravilloso pero no como sustitutivo de lo que debes hacer sino como multiplicador y para ello tienes que hacerlo en el orden correcto.

El orden correcto lo sabes, no hace falta que te lo diga nadie pero de todas formas lo haré:

First task

Si quieres disfrutar sin remordimientos de aprender haz primero tus tareas, tan sencillo como eso.

Es muy fácil caer en la trampa de dedicar el mejor tiempo de la jornada a aprender, con la creencia de que ese aprendizaje va a ser crucial en el futuro próximo.

Cuando avance la jornada, la semana o el tiempo que tengas disponible para perder, te sumergirás en un estado de estrés por no haber hecho aquello a lo que te habías comprometido.

El sentimiento de estrés viene de no haber hecho aquella tarea que sabes que deberías haber hecho.

Algunos consejos sencillos pero poderosos:

• Madruga. O trasnocha pero sé proactivo. Tanto si prefieres la noche o el día ve por delante de tus obligaciones.
• Al igual que no debes ir a un supermercado con hambre no tienes que asignarte las tareas en caliente.
• A la hora de poner tiempo a las tareas sé pesimista y aún así, en el futuro, verás que fuiste optimista.
• Programa el momento de aprender.
• Programa el tiempo para perderlo.
• Programa tu vida personal. Los asuntos personales no son menos importantes.

Y recuerda Siempre First Task